Aquest blog preten ser el canal de comunicació entre els professors d'Economia i els seus alumnes de batxillerat, especialment aquells que cursen l'últim curs a l'Institut J. de Ribera.
Sandra sanchis egea 2 bat A La cumbre del G-20 fuenotable por la influencia política de los países con economías en ascenso .en dos sectores decisivos prevaleció la opinión de las economías en desarrollo. Un rasgo fundamental de la economía mundial actual es el de que funciona con dos velocidades. Estados Unidos y gran parte de Europa siguen empantanados con las secuelas de la crisis financiera. Mientras que 2009 fue un año duro para toda la economía mundial, en 2010 los mercados en ascenso se recuperaron con fuerza, a diferencia de los países ricos. Durante 2010, se espera que los países con renta elevada logren un modesto crecimiento anual del PIB de un 2,7%, mientras que las economías en ascenso del G-20, junto con el resto del mundo en desarrollo, se espera que crezcan con una sólida tasa de 7,1%. Esa economía mundial de dos velocidades es en gran medida un reflejo de que el comienzo de la crisis financiera. Estados Unidos, donde los consumidores, ayudados por la imprudente concesión de créditos a familias insolventes, se habían endeudado profundamente para comprar casas y automóviles, fue el principal responsables y la unión europea comenzó a estar en deuda nada mas unirse al euro. En el periodo anterior a la cumbre de Seúl, el Gobierno de Estados Unidos lanzó la propuesta de que las regiones del mundo con superávit aumentaran su demanda interna y esos países respondieron diciendo que la crisis comenzó con el endeudamiento excesivo de Estados Unido. Una vez más los países con economías en ascenso hablaron casi al unísono. Dijeron a Estados Unidos que no aumentara artificialmente la masa monetaria, pues con ello crearía el riesgo de otra burbuja financiera. las economías en ascenso querían sustituir el tema de debate del estímulo macroeconómico y los desequilibrios a corto plazo, el gobierno pidió a los miembros del G-20 que se centraran en imperativos. El G-20 decidió atinadamente centrarse en los sectores del programa mundial de desarrollo en los que las economías más importantes tienen una ventaja relativa. Por lo que el nuevo programa de desarrollo del G-20 ofrece una vía excelente para combinar las preocupaciones por los desequilibrios mundiales con la necesidad de acelerar el ritmo de desarrollo en los países más pobres.
La última de las reuniones del grupo de las veinte economías principales de todo el mundo (G-20) que se ha llevado a cabo en el país anfitrión de Seúl ha sido la prueba más reciente de la cooperación internacional.
Actualmente, la economía mundial lleva dos ritmos diferentes entre ellos. Por un lado, nos encontramos con Estados Unidos junto a Europa, quiénes se hundieron directamente con la entrada de la crisis alrededor del año 2008, aunque las consecuencias de tanto movimiento de grandes cantidades de dinero y asimismo, endeudamiento de grandes entidades bancarias ya podían ser fácilmente previsibles. Por otro lado, nos encontramos con aquellos países con mercado en ascenso que han podido esquivar o superar airosamente la dicha crisis. Mientras por una parte, los años posteriores han sido y están siendo duros para unos, para otros mercados podemos decir que están siendo positivos y fortalecedores.
Bien, nuevos datos de perspectivas económicas esperan un pequeño crecimiento del PIB para lo poco que nos queda de año. Volviendo a las comparaciones, significa que mientras los países más afectados por la crisis tenemos los números bajos, casi rozando el suelo, el resto de países en desarrollo están incrementando sus cifras de manera disparatada.
Todo el endeudamiento de los países ricos empezó con la llamada crisis financiera mediante excesivos préstamos bancarios de los Estados Unidos y anteriormente con la entrada del Euro en países Europeos como Grecia, España, Portugal o Irlanda. Otros países con economía en ascenso aprendieron de errores anteriores y supieron esquivar ágilmente la crisis tomando medidas a tiempo.
Antes de celebrar la esperada reunión en Seúl, los países del G-20 se negaron a favorecer a Estados Unidos con su propuesta. Su Gobierno propuso aumentar la demanda interna, es decir, el consumo de los países en desarrollo para impulsar las importaciones y así ayudar a los otros países a recuperase del duro golpe. Pero, no sería buena idea aumentar artificialmente la masa monetaria, ya que sería grande el riesgo a recaer en la misma historia. Por ello, solamente cabe aceptar el ahorro y la inversión.
En definitiva, podemos decir que sobre todo se habló de la necesidad de establecer un desarrollo en general a largo plazo y de la importancia del ahorro de otros países para invertir en construcciones de nuevas infraestructuras.
Sandra sanchis egea 2 bat A
ReplyDeleteLa cumbre del G-20 fuenotable por la influencia política de los países con economías en ascenso .en dos sectores decisivos prevaleció la opinión de las economías en desarrollo.
Un rasgo fundamental de la economía mundial actual es el de que funciona con dos velocidades. Estados Unidos y gran parte de Europa siguen empantanados con las secuelas de la crisis financiera. Mientras que 2009 fue un año duro para toda la economía mundial, en 2010 los mercados en ascenso se recuperaron con fuerza, a diferencia de los países ricos.
Durante 2010, se espera que los países con renta elevada logren un modesto crecimiento anual del PIB de un 2,7%, mientras que las economías en ascenso del G-20, junto con el resto del mundo en desarrollo, se espera que crezcan con una sólida tasa de 7,1%. Esa economía mundial de dos velocidades es en gran medida un reflejo de que el comienzo de la crisis financiera. Estados Unidos, donde los consumidores, ayudados por la imprudente concesión de créditos a familias insolventes, se habían endeudado profundamente para comprar casas y automóviles, fue el principal responsables y la unión europea comenzó a estar en deuda nada mas unirse al euro.
En el periodo anterior a la cumbre de Seúl, el Gobierno de Estados Unidos lanzó la propuesta de que las regiones del mundo con superávit aumentaran su demanda interna y esos países respondieron diciendo que la crisis comenzó con el endeudamiento excesivo de Estados Unido. Una vez más los países con economías en ascenso hablaron casi al unísono. Dijeron a Estados Unidos que no aumentara artificialmente la masa monetaria, pues con ello crearía el riesgo de otra burbuja financiera.
las economías en ascenso querían sustituir el tema de debate del estímulo macroeconómico y los desequilibrios a corto plazo, el gobierno pidió a los miembros del G-20 que se centraran en imperativos. El G-20 decidió atinadamente centrarse en los sectores del programa mundial de desarrollo en los que las economías más importantes tienen una ventaja relativa. Por lo que el nuevo programa de desarrollo del G-20 ofrece una vía excelente para combinar las preocupaciones por los desequilibrios mundiales con la necesidad de acelerar el ritmo de desarrollo en los países más pobres.
La última de las reuniones del grupo de las veinte economías principales de todo el mundo (G-20) que se ha llevado a cabo en el país anfitrión de Seúl ha sido la prueba más reciente de la cooperación internacional.
ReplyDeleteActualmente, la economía mundial lleva dos ritmos diferentes entre ellos. Por un lado, nos encontramos con Estados Unidos junto a Europa, quiénes se hundieron directamente con la entrada de la crisis alrededor del año 2008, aunque las consecuencias de tanto movimiento de grandes cantidades de dinero y asimismo, endeudamiento de grandes entidades bancarias ya podían ser fácilmente previsibles. Por otro lado, nos encontramos con aquellos países con mercado en ascenso que han podido esquivar o superar airosamente la dicha crisis. Mientras por una parte, los años posteriores han sido y están siendo duros para unos, para otros mercados podemos decir que están siendo positivos y fortalecedores.
Bien, nuevos datos de perspectivas económicas esperan un pequeño crecimiento del PIB para lo poco que nos queda de año. Volviendo a las comparaciones, significa que mientras los países más afectados por la crisis tenemos los números bajos, casi rozando el suelo, el resto de países en desarrollo están incrementando sus cifras de manera disparatada.
Todo el endeudamiento de los países ricos empezó con la llamada crisis financiera mediante excesivos préstamos bancarios de los Estados Unidos y anteriormente con la entrada del Euro en países Europeos como Grecia, España, Portugal o Irlanda. Otros países con economía en ascenso aprendieron de errores anteriores y supieron esquivar ágilmente la crisis tomando medidas a tiempo.
Antes de celebrar la esperada reunión en Seúl, los países del G-20 se negaron a favorecer a Estados Unidos con su propuesta. Su Gobierno propuso aumentar la demanda interna, es decir, el consumo de los países en desarrollo para impulsar las importaciones y así ayudar a los otros países a recuperase del duro golpe. Pero, no sería buena idea aumentar artificialmente la masa monetaria, ya que sería grande el riesgo a recaer en la misma historia. Por ello, solamente cabe aceptar el ahorro y la inversión.
En definitiva, podemos decir que sobre todo se habló de la necesidad de establecer un desarrollo en general a largo plazo y de la importancia del ahorro de otros países para invertir en construcciones de nuevas infraestructuras.
ADA.