Aquest blog preten ser el canal de comunicació entre els professors d'Economia i els seus alumnes de batxillerat, especialment aquells que cursen l'últim curs a l'Institut J. de Ribera.
En mayo de 2010 el Ecofin impuso a España una política fiscal restrictiva, pro cíclica y contractiva para estabilizar financieramente el mercado y para que disminuyeran las primas de riesgo. Pero los mercados exigieron mayores primas de riesgo y no menores como se esperaba.
Al Ecofin le interesa disminuir el papel del estado en la economía y a los mercados la recuperación de la economía, empresas,... es decir, la demanda efectiva por el incremento de la prima de riesgo, por lo tanto los dos consiguen su objetivo. Según el artículo, la culpa no es ni de los mercados ni de los especuladores, es de un conjunto de situaciones. Es la política que orienta los mercados la culpable de los elevados niveles de las primas de riesgo. Pero aunque la culpa sea de un conjunto de situaciones, los especuladores también tienen mucho que ver.
Se sostiene la posibilidad de diseñar una regla flexible para la limitación del déficit público; pero se desconoce lo que realmente se quiere que no sea ya proporcionado por el pacto de estabilidad y crecimiento. Pero lo más importante es si esa política debe establecerse o no mediante una regla que limite la libertad del gobierno y del parlamento. La solución no es enfrentarse, sino de comprender ventajas e inconvenientes de las diferentes opciones. Después del superávit que hubo en España, en vez de aplicarse una política austera se continuó con una política social desaforada lo cual llevó a la burbuja inmobiliaria seguida de la crisis financiera. Por eso no se entiende que un gobierno socialista en 2010 proponga limitar el gasto de las comunidades, siendo que estas están completamente endeudadas.
En mayo de 2010 la mayoría conservadora del Ecofin, impuso a España una política fiscal restrictiva que actualmente es procíclica y contractiva. Se puso especial interés en el saldo presupuestario. Los mercados han respondido exigiendo mayores primas de riesgo. A la política conservadora europea le agrada la disminución del papel de los estados en la economía. Y a los mercados, la recuperación de la economía. Ambos consiguen lo que quieren, los 1eros de manera directa y los otros de forma indirecta. Los responsables son las políticas que buscan objetivos ocultos para la ciudadanía. La política que ordena a los mercados es la culpable de que las primas de riesgo alcancen niveles inasumibles. Los mercados solo responden las señales que reciben. Los mercados no se han calmado y el estado del bienestar se resiente. La cuestión es si esa política debe establecerse o no mediante una regla que limite los grados de libertad que disponen el gobierno y el parlamento sobre la gestión del saldo presupuestario. Se trata de cómo se debe ser moderado y estable. Esto es una cuestión de primer orden que afecta a la concepción del estado. La reforma anula una de las razones que a muchos ciudadanos les conducía a introducir un voto en las urnas. Lo que se intenta es que España, sea un Gobierno socialdemócrata, que haya querido introducir el principio de estabilidad presupuestaria en la constitución y su cuantificación. La reforma constitucional de finales de agosto ha confirmado, que esto no es economía es ideología. Los economistas no pueden continuar manteniéndose indiferentes, quedándose callados, necesitan abrir sus puertas de par en par, e impulsar a la sociedad que reflexionen sobre esto, y compartan el debate y las propuestas.
Marlen va de proves
ReplyDeleteEn mayo de 2010 el Ecofin impuso a España una política fiscal restrictiva, pro cíclica y contractiva para estabilizar financieramente el mercado y para que disminuyeran las primas de riesgo. Pero los mercados exigieron mayores primas de riesgo y no menores como se esperaba.
ReplyDeleteAl Ecofin le interesa disminuir el papel del estado en la economía y a los mercados la recuperación de la economía, empresas,... es decir, la demanda efectiva por el incremento de la prima de riesgo, por lo tanto los dos consiguen su objetivo.
Según el artículo, la culpa no es ni de los mercados ni de los especuladores, es de un conjunto de situaciones. Es la política que orienta los mercados la culpable de los elevados niveles de las primas de riesgo. Pero aunque la culpa sea de un conjunto de situaciones, los especuladores también tienen mucho que ver.
Se sostiene la posibilidad de diseñar una regla flexible para la limitación del déficit público; pero se desconoce lo que realmente se quiere que no sea ya proporcionado por el pacto de estabilidad y crecimiento. Pero lo más importante es si esa política debe establecerse o no mediante una regla que limite la libertad del gobierno y del parlamento.
La solución no es enfrentarse, sino de comprender ventajas e inconvenientes de las diferentes opciones.
Después del superávit que hubo en España, en vez de aplicarse una política austera se continuó con una política social desaforada lo cual llevó a la burbuja inmobiliaria seguida de la crisis financiera. Por eso no se entiende que un gobierno socialista en 2010 proponga limitar el gasto de las comunidades, siendo que estas están completamente endeudadas.
Marlene Cambra
2n Bat A
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ReplyDeleteEn mayo de 2010 la mayoría conservadora del Ecofin, impuso a España una política fiscal restrictiva que actualmente es procíclica y contractiva. Se puso especial interés en el saldo presupuestario.
ReplyDeleteLos mercados han respondido exigiendo mayores primas de riesgo.
A la política conservadora europea le agrada la disminución del papel de los estados en la economía. Y a los mercados, la recuperación de la economía. Ambos consiguen lo que quieren, los 1eros de manera directa y los otros de forma indirecta.
Los responsables son las políticas que buscan objetivos ocultos para la ciudadanía. La política que ordena a los mercados es la culpable de que las primas de riesgo alcancen niveles inasumibles. Los mercados solo responden las señales que reciben.
Los mercados no se han calmado y el estado del bienestar se resiente. La cuestión es si esa política debe establecerse o no mediante una regla que limite los grados de libertad que disponen el gobierno y el parlamento sobre la gestión del saldo presupuestario.
Se trata de cómo se debe ser moderado y estable. Esto es una cuestión de primer orden que afecta a la concepción del estado. La reforma anula una de las razones que a muchos ciudadanos les conducía a introducir un voto en las urnas. Lo que se intenta es que España, sea un Gobierno socialdemócrata, que haya querido introducir el principio de estabilidad presupuestaria en la constitución y su cuantificación.
La reforma constitucional de finales de agosto ha confirmado, que esto no es economía es ideología.
Los economistas no pueden continuar manteniéndose indiferentes, quedándose callados, necesitan abrir sus puertas de par en par, e impulsar a la sociedad que reflexionen sobre esto, y compartan el debate y las propuestas.