Crónica de una manifestante

Crònica de la manifestació del 29-F contra "les retallades"

El pasado miércoles 29 de febrero, además de ser un día especial por darse solo cada 4 años, tuvo lugar una multitudinaria manifestación de estudiantes y todo aquel que quiso unirse por apoyar a la causa. La manifestación empezó a formarse a las puertas del campus de Geografía e Historia en Blasco Ibáñez antes de las 12, hora a la que estaba convocada pero comenzaron a marchar varios minutos después de esta hora por la cantidad de gente que había acudido. Alrededor de 35.000 estudiantes de toda la provincia formaron parte de la protesta. Por dicha cantidad de gente, se iba avanzando muy despacio por el recorrido establecido: desde el punto de convocatoria, avanzamos por Blasco Ibáñez hasta el puente Real y después de cruzarlo, entramos en la calle la Paz hasta la plaza da la Virgen, donde se leyó un manifiesto realizado por los estudiantes en las tantas asambleas que han realizado en conjunto.
Esta situación actual en la que nos encontramos de crisis, en la que el déficit público y el paro alcanzan cifras desmesuradas, hace que se tengan que tomar medidas, sobretodo económicas para rebajar dichos números. Las últimas reformas que se han llevado a cabo han sido los recortes en educación pública siendo esta la causa de la manifestación de 29-F. “El dinero del fraude de Emarsa equivale a lo que debe la Consejería de Educación a los colegios e institutos. La cantidad despilfarrada en la Fórmula 1 equivale a 26 escuelas de Primaria y la Ciudad de las Artes costó el equivalente a 30 años del presupuesto de la Universitat de Valencia", decía el manifiesto de los estudiantes. Y es que en la Comunidad Valenciana sabemos muy bien que es eso de que el dinero público se malgaste. Tenemos desde un aeropuerto de personas pero sin aviones hasta proyectos arquitectónicos pagados y que nunca se han llevado a cabo. Y es que la corrupción ha invadido las filas de los partidos que han llegado al poder. Y por esta causa, el descontento a las calles.
Todavía es frecuente oír cosas como "¿Vas a una manifestación? ¿Para qué? Eso no sirve para nada!". Pero si ante recortes que hacen que poco a poco la educación vaya perdiendo calidad por los recortes y esos recortes van afectando cada vez más a los derechos individuales de cada uno, la gente no protestara y los aceptara sin más, sería una muy mala señal. Significaría que a estas alturas, la libertad estaría limitada al máximo o que al fin habrían conseguido lo que quieren los máximos dirigentes, que la gente no piense ni se plantee nada, para tenerlos controlados a todos. Y es que van a convertir la enseñanza en un lujo en vez de un derecho. No exigimos que nos paguen hasta el almuerzo cuando vamos a clase pero si que no recorten en educación porque de eso depende nuestro futuro y van a hacer que tengamos que emigrar para conseguir un buen trabajo, además de incrementar el fracaso escolar, debilitando el sístema educativo, es decir, de los futuros trabajadores de éste, así no se sale de una crisis...se empeora! Por eso es necesario protestar para que esto no suceda.
Han tenido lugar muchas manifestaciones en todo el país por esta causa, pero el caso más notable fue el de la sentada a las puertas del IES Lluís Vives de Valencia que acabó con varios detenidos y también heridos por la brutalidad policial, tachando después a dichos estudiantes como "enemigos". Por eso, la manifestación de este miércoles se solidarizó con los heridos y detenidos gritando lemas como "menos policía y más educación" o "yo también soy el enemigo". Nadie dijo que fuera a ser fácil ni justo, pero cuando se trata de principios básicos, hay que permanecer hasta el final con la causa. "Per un ensenyament públic i de qualitat" Y, en consecuencia, por una política sin corrupción!

Una de les tantes manifestants, Paloma.